
José Luis Bengochea es el alma de Jolben.
Cada rincón y forma de hacer de la joyería está impregnado de su esencia. Una esencia en la que el trabajo, la discreción, el buen hacer y el buen gusto destacan. La profesionalidad en todos los aspectos es un principio marcado a fuego por la firma.
Lleva casi toda su vida dedicado a la joyería y sigue manteniendo intactas las ganas de aprender. Sabe que en esta profesión la experiencia es fundamental y que la intuición va unida a ella como garantía de un trabajo bien hecho.
Con solo 22 años comenzó a comercializar diamantes, a comprar y vender diamantes tallados sin engarzar, a conocerlos a fondo y supo que esa emoción que sentía iba ser el motor que le guiaría siempre. A los 27 años su profesionalidad y conocimiento le valieron para ser elegido como miembro del Carat club y ser el integrante más joven de Europa. En el año 2000 fue el Gobierno Vasco quien le otorgó uno de los premios “Con mucho gusto” que reconoce las cualidades necesarias para gestionar con éxito un negocio como el de las joyas; a las que el propio Bengochea añade “honestidad y valentía”.

Sin embargo, por encima de todo, la pasión por el trabajo es la que hace que hoy en día siga al frente de su negocio con las mismas ganas que en sus inicios. Recuerda Bengoechea que cuando abrió la tienda de la Calle Dato en 1983 le daba pena cerrar e irse a casa. Desde entonces su trabajo destaca por los productos comercializados y por el cuidado exquisito con los clientes haciendo de las visitas a la joyería una grata experiencia de compra. Estas características se han mantenido a lo largo de los años buscando siempre sorprender e innovar en producto y negocio.¿Quien en Vitoria-Gasteiz no recuerda el logotipo de Jolben proyectado en las baldosas de la calle Dato?
Cuando por la puerta de su joyería pasan varias generaciones de una misma familia a José Luis le invade la satisfacción por haber creado una “tradición familiar”. Bengochea recuerda con cariño cuál fue la primera pieza importante que salió de Jolben. Se trataba de una sortija denominada “Tu y yo” formada por un rubí y un diamante en forma de pera. Le costó hacerla, incluso tuvo que ir a Amberes a por el diamante expresamente. Al entregarla sintió que una parte de él se iba con aquella sortija, porque esa es la sensación que tiene cuando entrega una pieza en la que ha podido aportar, en la que la creatividad se ha puesto al servicio de sus clientes.

A José Luis le gusta aconsejar e intervenir en la decisión de compra; sus consejos son considerados y apreciados. Elegir la pieza perfecta en función del estilo, gusto y presupuesto del cliente es uno de sus fuertes profesionales.
A la edad que otras personas se jubilan él sigue disfrutando de su trabajo y recuerda cada mañana cuando cruza la puerta de Jolben una frase que procura no olvidar:
“El éxito por delante del trabajo solo existe en el diccionario”.
Retratos: David Guerrero @instajacqs.