Regalar no es un mero trámite; no debería serlo. Un regalo verdadero, un presente con alma, añade al objeto, además de su valor material, toda una colección de intenciones que, sin ser explícitas, se perciben.
Regalar es un acto personal que distingue a las personas generosas y que aporta una gran cantidad de felicidad; quizá más incluso en el acto de entregar que en el de recibir. Regalar es en sí mismo una muestra de amor, agradecimiento, afecto, respeto o de marcar una fecha importante en nuestras vidas.
Hay muchos tipos de presentes para mostrar la importancia que damos a situaciones excepcionales de nuestra vida.
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- La celebración de un nacimiento puede fijarse con unos patucos funcionales, pero también con una pulsera que perdurará toda la vida.
- Para una pedida de mano, un anillo de diamantes es, probablemente, la mejor opción; un diamante es para siempre pero añade al acto de regalar tu toque personal con unas flores.
- En un cumpleaños; siempre que no sea una cifra emblemática cumplirá mejor su cometido ciertas joyas como anillos o Para las cifras redondas que tanto nos gusta celebrar son idóneas las piedras preciosas: rubíes, esmeraldas, zafiros…
- En una graduación, jubilación o un ascenso laboral un reloj es una elección que nunca falla.
En todo caso, una joya siempre es un acierto como regalo.
¡Todo cuenta en un regalo! Elige con mimo los detalles; un estuche bonito, un envoltorio original, el momento perfecto de la entrega… No es solamente el receptor quien disfruta de la joya que recibe, sino también quien ofrece el presente. Regalar es un placer, si cabe, mayor que el de ser receptor del regalo. Sobre todo cuando en el regalo volcamos la voluntad de nuestros principios y nuestros valores sociales. En los tiempos que corren, los presentes que se corresponden con la ética y el bienestar común dan mayor satisfacción.
La segunda vida y la economía circular; doble regalo
Ya hay muchas joyas corriendo por el mundo, aunque siempre hay cabida para más. Pero alargar la vida de las joyas que ya existen cuenta con varios factores de valor añadido. En primer lugar, se optimizan los recursos naturales. Eso beneficia, además de al receptor del regalo, al resto del planeta. Aplicar la economía circular al mundo de las joyas y los regalos no puede verse sino positivamente. Cuando regalas joyas de segunda vida, no solamente regalas la joya en sí, sino también su historia, su legado y la firme intención de ser sostenible.
Por eso, en Jolben creamos Jolben Second Life, mediante el cual puedes adquirir piezas de gran valor para darles una segunda vida. No estarás regalando solamente una joya de gran valor material, sino también el de su historia, con el añadido de que el obsequiado se sabrá partícipe de un proyecto de sostenibilidad. Saberse receptor de una joya que, detrás, lleva una historia que contar tiene, con toda seguridad, más valor.
¡Ven y déjate aconsejar por José Luís Bengochea; joyero!
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